1. El Congreso está formado por 350 Diputados.
3. Los doscientos cuarenta y ocho Diputados restantes se distribuyen entre las provincias en proporción a su población, conforme al siguiente procedimiento:
1º Se obtiene una cuota de reparto resultante de dividir por doscientos cuarenta y ocho la cifra total de la población de derecho de las provincias peninsulares e insulares.
2º. Se adjudican a cada provincia tantos Diputados como resulten, en números enteros, de dividir la población de derecho provincial por la cuota de reparto.
3º. Los Diputados restantes se distribuyen asignando uno a cada una de las provincias cuyo cociente, obtenido conforme al apartado anterior, tenga una fracción decimal mayor.
4. El Decreto de convocatoria debe especificar el número de Diputados a elegir en cada circunscripción, de acuerdo con lo dispuesto en este artículo.
Esto es lo que da de sí el sistema de circunscripciones que existe en España, estando las votaciones condicionadas por las concentraciones de población, y tomándose estas de forma independiente. Si vives en una zona como Soria tus votos podrán llenar escaños a lo sumo con dos representaciones políticas diferentes (de forma excluyente, se entiende). En Madrid sin embargo podrían obtener un escaño hasta 35 partidos políticos. Lógico por otra parte ya que no sería "justo" que en una provincia de 40.000 habitantes decida del mismo modo que una provincia con 80 veces esa cifra. Además el total de los escaños llega a partir de los resultados propios de cada provincia, con lo que parece la tramitación interna de cada provincia debe verse reflejada en el total según la importancia que dicha provincia tenga en el, midiéndose en este caso la importancia según el número de censados en el lugar. Entonces ¿cuál es el problema? Veamos ahora como se asignan los escaños en el interior de cada jurisprudencia mediante el método d´Hondt con un cuadro. Para ello pongamos un ejemplo sobre las votaciones en la provincia de Vizcaya, a la que pertenecen un total de 8 escaños, teniendo en cuenta que las candidaturas que no alcancen el 3% de los votos válidos totales se desecharán:
Con este método nos aseguramos que los partidos con más votos obtengan mayor representación. Si sumáramos el total de votos y dividiéramos entre el total de escaños en este contexto probablemente no se podrían cubrir todos los escaños por estar los votos repartidos, pero en muchos casos no lo suficiente. Por tanto el método d`Hondt asegura que los grupos más votados obtengan más escaños y no tengamos esos vacíos. Todo parece estar correcto. Pero no. El problema surge cuando juntamos todo esto: el concepto de circunscripción y d´Hondt. ¿Por qué? muy simple. Todo tiene que ver con los grupos que sólo pertenecen a una o un grupo de circunscripciones. Si estos grupos triunfan en el lugar al que pertenecen, pueden obtener representación en el congreso. Mientras que grupos a nivel nacional que no logran obtener en sitios concretos los suficientes votos como para obtener un escaño, ven como sus votos no sirven de nada por culpa de este sistema. En la tabla anterior, por ejemplo, puede verse como partidos a nivel nacional como UPyD o Ezker Batua (IU), obtienen sobre 6 y 27 mil votos respectivamente. Si estos votos hiciésen un total con los que han recibido en la provincia de Sevilla, por ejemplo, ahora ambos grupos sumarían 19 y 85 mil votos respectivamente. Teniendo en cuenta que ninguno de esos 104 mil votos han servido para nada, imaginemos cuantos votos estarán en la misma posición si damos un repaso al resto de circunscripciones. Estas circunstancias nos llevan a la situación de ver como un partido nacionalista, véase CiU, obtiene 11 escaños con 774.317 votos y UPyD con algo menos de la mitad de los votos (303535) obtiene tan sólo 1 escaño. Las consecuencias generales de esto son dos interrelacionadas: miles de votos resultan inútiles, perdiéndose en el aire, y el hecho de que se lleva a la población a hacer uso del voto útil. Ya no se trata de votar lo que creemos más conveniente si no de votar lo menos malo. Hemos votado con la obsesión de no querer que la victoria estuviese en manos del otro. Del PSOE, del PP. Quizá este sistema no deja otra elección. Voto útil. Mi voto se va a perder, no va a contar, votaré a la opción menos mala de las únicas dos que tengo. Tremendo. Esta es la democracia que formamos todos. Cada persona no es un voto. "Puede" ser un voto. Si votas a los dos grandes partidos eres partícipe del engaño. ¿Y si no? No cuentas. Un cero a la izquierda. Observemos ahora cuántos electores de cada partido han resultado necesarios para proporcionarle un escaño:
Parece que a algun@s les ha salido caro el escaño. Otra muestra más del despropósito que supone el sistema electoral en este país, que favorece a los dos grandes grupos y a algunos nacionalistas. ¿Cambiarlo? Así les va bien a los que están y se necesitaría una voluntad de cambio para que se llevase a cabo algo así. No interesa. Los que se reparten el pastel no quieren que haya más participantes a costa de que su grupo se quede sin esa parte que ahora habría que ceder a las minorías. Personalmente simpatizo con la idea de que cuantos más sean, y menos facilidades se den para ello, mejor. Pero está todo demasiado pactado. Saben bien a qué agarrarse para seguir chupando como buenas sabandijas. Un sistema en el que cada persona tuviese asociado un voto real no les interesa. La democracia no les interesa.
' Rajoy argumentó que su intención es que "la voluntad de los ciudadanos se cumpla" y puso como ejemplo lo ocurrido en Baleares que, a su juicio, "es una falta de respeto a la democracia y a los ciudadanos y es poco menos que una burla". '
Y es que en algunas regiones, algunos partidos pactaron para dejar fuera del gobierno a los populares, que habían obtenido la "mayoría" de votos. Y cuando pierdes algo, te crees en el deber de moverte para paliar esa "injusticia". Así que propones una reforma electoral para dejar fuera a las minorías. En las elecciones generales no se ve tan perjudicado por el sistema, así que hoy vamos a felicitarnos todos por la gran cita de la democracia. Se quejarán los perdedores de nuevo, los perjudicados. Sólo que en este caso ellos no podrán pedir nada ni proponer nada, porque sus palabras se quedarán en el aire, tal y como pasa con sus votos. Minorías, molestas minorías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario