5.5.09

donde dije digo, digo diego (desparpajo electoral)

Hace unas horas se produjo la investidura del nuevo lehendakari. Esto no pasaría a mayores de no ser porque estamos hablando del primer político no nacionalista que ocupa este cargo. ¿Y de qué modo? A través de un pacto de gobierno entre el PSE y el PP.

Y con estas líneas me gustaría mostrar la incoherencia y desfachatez que atesora a nuestros políticos. Es por ello que expondré de seguido ciertas perlas dichas no hace mucho que cargaban contra la ley electoral por no permitir a la agrupación más votada gobernar. En realidad esto ya es así, por ello tenemos el concepto de "mayoría absoluta", sólo que para poder aplicarlo tendría que existir una mayoría "real", y eso es más difícil de alcanzar.

Decir que no gobernar en comunidades como Galicia (cuando se hacían estas declaraciones Feijoo aún no era presidente de la Xunta), Cantabria o Baleares, escuece en el seno del Partido Popular. Y cuando algo escuece, pese a contradecir al sentido democrático y con ello a la mayoría de los ciudadanos (legitimados igual que sus votantes para que su opción política esté en el gobierno) se siente la necesidad de hacer cambios que beneficien su ego.

El 13/07/2007, el candidato a la Moncloa por el PP decía que nuestra ley electoral está "caduca, pasada de moda e interpreta de forma curiosa el sistema democrático". Es curioso como en lugar de hacer este comentario por el abusivo método de elección que favorece siempre al bipartidismo y a los grupos nacionalistas, se haga aludiendo a que la elección de la lista "más votada" debería ser la que gobierne en cualquier caso, acentuando aún más el atropello a la pluralidad y a la opinión de muchos miles de personas. Después Feijoo (tras el pacto entre CC y PP en Canarias) "justificó el acuerdo de gobierno para desbancar al PSOE del primer puesto porque, tras lo ocurrido en otros sitios como "Galicia, Navarra y Baleares", su partido no puede comportare como "una ONG"." La realidad es que no hay nada como dar ejemplo para desmentirte a ti mismo.

Su partido vuelve a dejar de comportarse ahora como una ONG, y donde propongo un cambio para la ley electoral, me alío con la fuerza política con la que más confrontaciones tengo en la actualidad (si bien es cierto que el anti-nacionalismo se agrava en los territorios nacionalistas y allí todo es bienvenido, lo que no ocurre en Madrid) habiendo obtenido antes un 14,09% de los votos. Volvamos a repasar las palabras de Rajoy: "Pero la existencia de una ley electoral que está caduca, pasada de moda y que interpreta de forma curiosa el sistema democrático da lugar a que en muchos lugares donde el PP es la primera fuerza con una diferencia abismal esté en la oposición". Aquí el rechazo al nacionalismo (que en Madrid es otra cosa) pasa a primera plana y deja las diferencias a un lado.

Eso mismo debería estar pasándole por la cabeza estos días a Juan José Ibarretxe, que con el 38,56% del electorado en su bolsillo no gobernará los próximos años. Ahora al igual que le pasaba a Rajoy por aquellas fechas, Ibarretxe podría expresar "su 'sorpresa' por el 'desparpajo con el que gobiernan algunos que han quedado a distancia sideral del primero y hablan en nombre del respeto a la voluntad de los ciudadanos'".

También podíamos leer:

"Así, el presidente de los populares recordó que su partido ganó 'con claridad' con más de diez puntos sobre el segundo y veinte puntos sobre el tercero en Galicia, pero no con mayoría absoluta."

Ahora Ibarretxe podría recordarle que su partido ganó 'con claridad' con seis puntos sobre el segundo y diecisiete puntos sobre el tercero en Euskadi, pero no con mayoría absoluta." Y será él quién mencione ahora que estamos ante una "'falta de respeto a la democracia', a la 'voluntad de los ciudadanos', además de una 'burla'". Al final, quienes se quejan son siempre los iluminados sedientos de poder, las 'mayorías' ciegas y quienes realmente no entienden en qué consiste la democracia. O, por lo menos, esa que ellos mismos crearon.

Esa es vuestra coherencia, ese es vuestro rasgo característico dentro de un bidón de almidón.